La Biblia registra muchas declaraciones de Dios, las cuales los cristianos las recibimos como "preciosas y grandísimas promesas". Pero, la más grande y poderosa promesa, la constituyen los pasajes bíblicos que hablan de la Salvación o Vida Eterna, que para obtenerla no tenemos que pagar nada. Es un ofrecimiento gratuito de Dios para todos.
Dios tiene un plan sencillo y al mismo tiempo maravilloso por medio del cual todo ser humano puede alcanzar esa GRAN PROMESA.
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