martes, 19 de junio de 2007

TESTIMONIO, CREA... SU MILAGRO OCURRIRA

Nadie le impuso manos ni tampoco ejerció influencia sobre Ana María. La sanidad de un cáncer que crecía a pasos agigantados en su región abdominal, se produjo como consecuencia de la oración.

--Creí en Dios. No hay secreto en lo ocurrido. Razonaba que si Él creó el universo, podría sanarme. Para Él sería algo mínimo—explicó.
No podría precisar cuánto tiempo pasó de rodillas en clamor. Sin embargo lo hizo aun cuando se consideraba una católica de misa semanal, y no había tenido mayor contacto con las narraciones bíblicas sobre sanaciones.

Desde el momento en que el médico se quedó mirándola asombrado, y le dijo:--Ana María, no sé qué ha ocurrido, pero las placas radiográficas prueban que no tiene nada--.

El especialista hablaba con una mezcla de regocijo e incredulidad. Científicamente no encontraba razón para que aquél hecho se hubiera producido.

La mujer decidió volver definitivamente su mirada a Dios. Hoy se congrega en una iglesia pentecostal de Caracas, en Venezuela. No le cabe la menor duda que nuevos milagros ocurrirán en su existencia, a nivel físico y espiritual. "Dios es real y obra grandes maravillas", expresa con frecuencia.

En cierta ocasión cuatro hombres llevaron cargado a un paralítico delante del Señor Jesús. Él se quedó viéndolo fijamente. Dejó claro un hecho válido para nuestro tiempo: si nos embarga la fe, Dios la honrará y ocurrirá en nuestro ser aquello que tanto deseamos, sea una sanidad física o espiritual.

El evangelista relata que "Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados." (Marcos 2:5) Aquél infeliz fue inmediatamente sano. El curso de su existencia experimentó un cambio definitivo.

Igual puede ocurrir con usted. Basta tan solo con creer. Simplemente crea. Vaya a Dios en oración en procura de su milagro. No dude. No permita siquiera una brizna de incredulidad. Comprobará la vida maravillosa, llena de prodigios, que hay delante suyo para vivirla.

No hay comentarios: